Buenos Aires, 27-07-2009
Todavía ando perdido. El aeropuerto es sólo un aeropuerto. Frío, como todos. El agua del lavabo no sé si gira al derecho o al revés. Y las ideas en mi cabeza no sé siquiera si giran.
Resta hora y poco para partir hacia Santiago. Un joven con boina lee sobre "gnóstica" frente a mí. No tengo dinero, pero me acecha el hambre. Y aún no he sentido la insuficiencia de las palabras: apenas he hablado con alguien. Sí he observado cierta alarma por la Gripe A.
Pienso en Borges, en Gardel y en Maradona. Lo de Gardel siempre me ha llamado la atención: "nací en Argentina a los tres años de edad". Ni uruguayo ni francés. Pienso en Alfonsina, en Fito, en Güiraldes. No sé nada de Argentina. Pero me he soñado un par de veces surcando La Pampa a lomos de caballo. Pienso en Verónica, en Laura, en Marina. Por ese orden.
Recuerdo unos versos de Sabina "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". Tal vez suceda, te guardo unos besos por si vienes a cenar.
Sindbad__